La tarjeta bancaria, es un sistema de pago nominativo el cuál se halla asociado a un número de cuenta bancaria. Es fruto de un contrato de tarjeta firmado con el banco.
Este medio de pago permite el acceso al saldo de la cuenta bancaria al que se halla asociada.
Todas las tarjetas de crédito y tarjetas bancarias, ya sean personales o de negocios, en algún momento llegan a caducar haciéndolas inservibles para poder efectuar pagos.
En un principio una tarjeta de crédito caducada no debería de suponer ningún problema, pero siempre para evitar riesgos de un uso fraudulento, es recomendable tener en cuenta las instrucciones de destrucción que aconseja el banco.
Es importante saber que aunque la tarjeta de crédito haya caducado, todavía se pueden obtener datos e información confidencial de ella como información de la cuenta bancaria a la que pertenece, nombre de usuario, código de verificación, etc., que en caso de caer en manos equivocadas podría ser utilizada con fines maliciosos como el robo de identidad de las personas, extracción de dinero de cuentas bancarias o efectuar compras en su nombre.
Por todo ello es muy importante tener mucho cuidado con todo tipo de documentación que uno tira a la basura, sobre todo con los estados de cuentas de meses anteriores y tarjetas de crédito o débito caducadas.
Jamás debe de tirarse ningún tipo de documentación importante a la basura sin antes haber sido destruido, para no dejar ninguna puerta abierta a defraudadores.
Tirar la tarjeta de crédito caducada o inservible a la basura no reduce el riesgo de un uso fraudulento, por lo que es esencial e indispensable darle un tratamiento adecuado después de su vida útil.
Para prevenir el robo de identidad de las personas y extraer cualquier tipo de información almacenada en una tarjeta se aconseja bien solicitar los servicios de una empresa profesional en el proceso de reciclado de tarjetas o bien cortarla en pequeños trocitos poniendo especial atención a elementos tan importantes como:
Además de cortar la tarjeta en pequeños trocitos también es importante deshacerse de todo documento bancario relacionado con ella.
Para cortar la tarjeta caducada se puede hacer uso de unas tijeras gruesas de cocina. La idea es dividir la tarjeta de crédito en trocitos aislados que impidan la identificación de la numeración, y/o nombre completo del usuario.
El motivo de hacer todo esto es que la banda magnética de la tarjeta y numeración original queden inutilizables.
Asimismo, además de prestar atención a la banda magnética que tiene la tarjeta es importante tener en cuenta el chip que estas llevan.
Para destruir una tarjeta caducada con chip es importante machacar el chip, esto hace que los datos que pueda contener no funcionen.
Hay usuarios que creen que utilizar una trituradora doméstica para destruir una tarjeta de crédito puede ser una buena idea; pero en realidad para destruir una tarjeta de crédito con total seguridad se necesita una trituradora especialmente diseñada para dicha función con función transversal, que disponga de unas cuchillas especiales para su destrucción.
La destrucción de las tarjetas de crédito caducadas con una trituradora doméstica es la mejor manera de que la trituradora doméstica llegue a estropearse, llegando a resultar inservible para la destrucción de otro tipo de documentación.
Es importante asegurarse que las tarjetas queden perfectamente destruidas para que no puedan ser utilizadas ni sacar información contenida. Por todo ello es esencial desmagnetizar la banda magnética, destruir el chip o cortar en pequeños trocitos la tarjeta.
La mejor opción de destrucción de una tarjeta de crédito o de débito en el momento que dejan de ser útiles es mediante la contratación de un servicio profesional de destrucción confidencial de documentos o servicio de reciclado de tarjetas profesional, como el que le ofrece Anobium.
Anobium pone a disposición de todo cliente, contenedores de seguridad para almacenar sus desechos confidenciales, los cuáles son recogidos para proceder a su destrucción de manera segura en las propias instalaciones del negocio.
En el proceso de reciclado de una tarjeta de crédito por una empresa profesional del servicio, todos los componentes son desmontados y aislados para ser tratados de manera personalizada. Con las materias primas obtenidas podrán confeccionarse nuevas tarjetas u otro tipo de dispositivos que será de nuevo introducido en el mercado.
Finalizada la destrucción se le entrega al cliente un certificado de destrucción confidencial asegurando que se ha cumplido con la legislación vigente en materia de protección de datos.
No solo la tarjeta de crédito debe de ser destruida de manera segura sino también toda la información que se halle relacionada con la tarjeta caducada, puesto que podría ser utilizada en un fraude de identidad.